
ACTA DIURNA
El virus tipo A H1N1 o de la influenza humana, afectó –entre muchos otros rubros- a la cultura del país. De por si en México es nula la cultura, como para que una epidemia venga a despojarnos de lo poco que nos ofrecen las autoridades, en especial, las del CONACULTA.
Ayer iniciaron las labores en el sector público y privado. Así es que los teatros abrieron telones, los cines proyectaron sus cintas, y los museos y centros arqueológicos operaron de manera “normal”.
Pero, qué es normal. Cuando las medidas que se deben de tomar en estos centros de esparcimiento, recreación y cultura, son absurdas e inoperables.
Entre las disposiciones que recomienda el Gobierno federal, específicamente la Secretaría de Salud, se señala que: cada espectador deberá haber dos butacas vacías y una fila de separación ante cada una que esté ocupada, Mantener una distancia de 2.2 metros entre cada trabajador.
Los columnistas escriben que esas normas no tienen lógica alguna.
Y tienen razón, porque así como ellos, su servidor se hace otras interrogantes:
¿Cómo voy a ir al cine, sino puedo estar al lado de mi hija y mi esposa?
¿Los que atienden en dulcería, taquilla, piso respetarán esas condiciones?
¿Quién vigilará que se cumplan esas normas sanitarias?
¿Se castigará a los que incumplan los ordenamientos de la SSa?
¿A los teatros les conviene abrir con esas reglas?
¿En cuánto van a dar los boletos de entrada en cine y teatros?
Ello hace pensar que la cultura está infectada, siendo que los infectados son los humanos. Mala suerte le tocó a la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Consuelo Sáizar, quién apenas el mes pasado asumió el cargo de titular del CONACULTA.
Se recordará que el primer acto público de la funcionaria fue la inauguración del evento "México: Cuarto Encuentro de las Artes Escénicas", en el Teatro Julio Castillo, del Centro Cultural del Bosque. ¿Y en dónde anda ahora la ex directora del Fondo de Cultura Económica? ¿Desinfectando todos los museos del país? ¿No sería bueno verla dando su posición sobre estas medidas que afectan la cultura nacional?
Las funciones de música, danza, pintura, escultura, teatro, cine… es decir, de las siete bellas artes, territorio que implica el CONACULTA, se verán sumamente afectadas con las nuevas disposiciones, que ya son criticadas por quienes ofrecen esos servicios y por quienes asisten a esos espectáculos artísticos y culturales.
El virus H1N1 es nuevo, desconocido, pero ¿hasta dónde llegarán las medidas de los gobiernos: municipal, estatal, federal y capitalino?
Habría que recordarles la diferencia entre prevención eficaz e ineficaz.
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