
ACTA DIURNA
A la alza. Comienzo con mi frase favorita para aludir el quehacer de los políticos: ¡Son chingaderas! Es el colmo del cinismo y un directo agravio contra los mexicanos. Resulta que los consejeros electorales, por acuerdo unánime de su Junta General Ejecutiva, aprobaron homologar sus sueldos. El incremento en sus percepciones paso de 175 mil a 333 mil pesos mensuales con prestaciones.
Como se les viene una chamba pesada con las elecciones de 2009, se adelantaron un regalito. Estos políticos, porque no son más que otra cosa, elevaron su quincena como la de los ministros de la Suprema Corte. Y tras la ola de críticas por parte de nuestros legisladores, quienes de inmediato hicieron relucir su celo, los consejeros rechazan que sea inmoral o discrecional, pues se trata de una decisión abierta, transparente y apegada a la Constitución.
El IFE, en un comunicado, dio a conocer la decisión de la Junta, y aunque no se preciso el monto que percibirán los trabajosos consejeros, se sabe que los ministros de la SCJN tienen un sueldo de aproximadamente 4 millones de pesos al año. Esas sí que son buenas noticias, pero para los cercanos a estos individuos. ¡Buen Provecho! Y no se les vaya a atorar un billete en el hocico.
A la baja. Lo anterior resulta molesto, pues lo hacen en tanto el número de desempleados en el país creció en 300 mil en un mes para llegar a 2 millones 250 mil personas, siendo las mujeres las más afectadas, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Y mientras miles de transportistas de pasajeros y de carga realizan bloqueos en zonas estratégicas del país, provocando congestionamientos y desorden vial, pues por segunda ocasión en ocho días, pararon el servicio para exigir una tregua fiscal en la aplicación del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), reducción en el precio del diesel a 5.44 pesos el litro (está en 7.63 pesos), rebaja de 50% en el peaje y acabar con los asaltos en carreteras.
Las 52 delegaciones afiliadas a la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga, (Canacar), advirtieron que de no llegar a un acuerdo se llegara a un paro nacional. Y eso se ve muy de cerca, pues a pesar de la intervención de senadores y diputados, en una mesa de discusión, no se ha llegado a ningún acuerdo concreto respecto a sus demandas.
Ni donde ubicarlos. El secretario general del PRI y senador de ese mismo instituto político, Jesús Murillo Karam, no sólo tiene cara de enojado, la tiene de puritano, y de pen…sativo. Bueno, eso dicen sus rivales.
En opinión de sus contrarios, es un gato que salta cuando ve de cerca el peligro de que le quiten su plato de wiskas. Y lo demostró respondiéndole al presidente nacional del PAN, Germán Martínez Cazares, que “no hiciera declaraciones estúpidas”.
A Murillo Karam le vino el saco, pues el líder del blanquiazul responsabilizó del crecimiento de la inseguridad en el país al fracaso de los gobiernos priístas. Claro, le dolió porque este tipo fue Subsecretario de Seguridad Pública de la Secretaría de Gobernación, y no hizo nada por combatir de frente al narcotráfico.
En una ocasión entrevisté a este político. Una vez publicada la entrevista en El Sol de México, el priísta olvidó lo que me había declarado –parece que padece de alzheimer-. Karam movió enojado la cabeza cuando me vio y quiso quemarme frente a algunos compañeros de la fuente del Senado de la República. El tiro por la culata se encontraba en mi grabadora de reportero. Nunca hizo valer su derecho de réplica. Claro, de nada hubiera servido: el señor se estaba durmiendo en la entrevista, no paro de bostezar –insultantemente frente al entrevistador-, y de paso me preguntó si no tenía sueño.
Me parece un político patético, pues qué credibilidad va a tener si recula y olvida lo que declara. Jamás volví a entrevistarlo, pues aunque sea un legislador con colmillo en temas constitucionales, se lo dejo a las siguientes generaciones de reporteros. Pero: ¡Mucho ojo, eh!
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