ACTA DIURNA
La hermenéutica es el arte de la interpretación de las cosas: su exégesis es infinita, un conocimiento que no tiene límites, es sabiduría pura. Su aplicación depende del objeto de estudio, es decir, de la obra de arte, texto o símbolo que se analice en un tiempo y espacio determinado.
La hermenéutica la utilizamos desde el primer instante en que respiramos fuera del vientre de nuestra madre, desde que nuestros sentidos perciben la realidad del exterior. Como ser humano interpretamos lo desconocido, en ocasiones desciframos los misterios e interrogantes, pero la mayor parte de las veces nos quedamos en la ignorancia, es por eso que la hermeneusis se estudia.
La hermenéutica nos la enseñan, generalmente y al menos en México, en la vida universitaria, sin embargo, es necesario conocer este arte desde temprana edad, pues de esa forma habría menos mentes robotizadas y estupidizadas con juegos electrónicos que sólo engordan a nuestra infancia al mantenerlos aplastados frente al televisor y las consolas de videojuegos.
Existen tres tipos de análisis hermenéuticos: los filológicos, los bíblicos y los filosóficos. La hermenéutica filológica, surge históricamente en Alejandría por la tarea de establecer el sentido auténtico de los textos antiguos, y particularmente los grandes poemas de Homero.
La hermenéutica bíblica se encuentra desde los siglos XVII y XVIII aplicada a una interpretación correcta, objetiva y comprensible de la Biblia.
Y la hermenéutica filosófica, es independiente de la lingüística -el estudio científico tanto de la estructura de las lenguas naturales- y busca determinar las condiciones trascendentales de toda interpretación. Es decir, interpreta las actividades del hombre.
Se considera que la hermenéutica se deriva del nombre del dios griego Hermes, el mensajero, al que los griegos atribuían el origen del lenguaje y la escritura y al que consideraban patrono de la comunicación y el entendimiento humano.
Friedrich Schleiermacher (1768-1834), ve en la tarea hermenéutica un proceso de reconstrucción del espíritu de nuestros antepasados. El filosofo alemán plantea un círculo hermenéutico para poder interpretar los textos, postula que la correcta interpretación debe tener una dimensión objetiva, relacionada con la construcción del contexto del autor, y otra subjetiva y adivinatoria, que consiste en trasladarse al lugar del autor.
El filósofo y antropólogo francés Paul Ricoeur (1913-2005) propone una "hermenéutica de la distancia", lo que hace que surja una interpretación es el hecho de que haya un distancia entre el emisor y el receptor. Propone estudiar el problema de la "apropiación del texto", es decir, de la aplicación del significado del texto a la vida del lector. La reelaboración del texto por parte del lector es uno de los ejes de la teoría de Paul Ricoeur.
Otro filósofo alemán, Martin Heidegger (1889-1976), considera que existir es comprender. Para él, la hermenéutica es considerada la escuela de pensamiento opuesta al positivismo.
Ahora bien, para comprender la historia no es muy recomendable utilizar la hermenéutica, pues terminaríamos odiando a muchos de nuestros héroes, aunque si bien es cierto, también amaríamos a otros, especialmente los del ámbito cultural.
Uno de ellos es Juan Rulfo (1917-1986), quien es considerado uno de los grandes de la literatura universal –y eso que sólo escribió un libro: Pedro Páramo-. Rulfo atesoró en su biblioteca personal cerca de 15 mil libros, de los cuales 50 por ciento son de literatura, teoría y análisis literarios.
En el marco del 92 aniversario del natalicio del escritor mexicano, que se festejará en el "XII Festival Cultural San Gabriel", que se llevará a cabo del 30 de julio al 2 de agosto en el municipio de San Gabriel, Guadalajara, habrá que estar atentos al legado de su obra que también destacó por sus cuentos de El Llano en Llamas.
La incógnita es ¿Rulfo utilizo todos esos libros suyos para interpretar su tan gustada historia?, ¿si utilizó la hemeneusis, qué tipo de hermenéutica usó? O mejor aún: ¿un legado como el de Rulfo se consigue con una buena interpretación de los textos?
Lo que es cierto es que el conocimiento se logra leyendo, sólo así se puede interpretar, pues si no se lee, no se puede interpretar, porque qué signos utilizará la persona que no se atreve a alimentarse de palabras, de símbolos, de signos, de imágenes, porque es obvio que con escasos referentes se obtienen pésimas interpretaciones.
Y si no, preguntémosles a los políticos y a los críticos de cine cuáles son sus referentes.
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